martes, 2 de marzo de 2010

El Soñador


Yo afecto al resto y el resto me afecta a mí; esa es la ley. El asunto es cómo  el mundo me afecta y el efecto que tengo yo en él.
Así como nuestros sentimientos vibran en las cuerdas del universo, se crea cual mágico destello una realidad nueva.
Así, como los sentimientos transmutan un cristal de agua, irradia la emoción al ADN. La emoción, la que producen los sentimientos, dados por la razón y el corazón; la razón para bien elegir y el corazón para el bien sentir. 
La magia está en el sentir.
En el sentir no hay tiempo ni distancia. Se siente en el momento; en el presente.

So, la Emoción vibra, esa vibración es Energía Creadora que se traduce en un holograma llamado Realidad.
Y si nada más existe en realidad?
Y si somos sólo uno de los sueños del soñador?
Y entonces, quien nos sueña?



lunes, 1 de marzo de 2010

Observación y Comprensión

Viene a mi mente un pensamiento: 
No es por mí por donde accederé a ver la divinidad, sino por medio de aquellos que me rodean; por medio de la compasión hacia el próximo y la comprensión de su propia divinidad y nuestra unión en ello, es que llegaré a ver.
¿Es acaso que, alejando la atención de mí y centrándome en mi entorno, es  donde se encuentra el sentido? Según mi ultimo pensamiento, si. Cual es la formula…  El observador, ¿actúa según el objeto observado?(impulsado por el instinto), o el observador, según su sentir bajo el objeto observado (por medio de la comprensión), actúa moviendo sus velas…??(guiado por la intuición)
Instinto-comprensión-Intuición.
Bueno; sucede ambos. Y es por eso que el sentido está en la interacción del Ser mas profundo con el mundo exterior, que, a la vez, le pertenece al ser, ya que es su propia creación. Y lo ha creado para eso; para llegar a hacerlo suyo en la comprensión.
Por qué?
Para Amar, para amar, como dice la canción de “Los Prisioneros”.

Ego

 
Estamos atrapados en un mar de egos desbordantes ante la necesidad de aceptación y respeto, haciendo con ello al verdadero sentido, ahogarse en la omisión.
El ego debe existir, porque será él quien maneje las cosas del mundo práctico, siendo así, sólo un maravilloso servidor de una voluntad divina, guiada a su vez por la sabiduría pura que subyace en lo profundo de cada ser. 
Más que en el conocimiento, florecerá, en la comprensión de la divinidad al hacerse consciente. 
Es entonces cuando el ego desaparece como entidad con voluntad propia y se entrega para ser “el servidor”; leal sirviente del Ser.