martes, 31 de enero de 2012

Recuerdos de mi Primer Amor



Es extraño cómo una charla me puede transportar directamente al pasado; claro, yo dirigí la sensación en la línea del tiempo: la primera vez que me enamoré.

Me he enamorado 3 veces en mi vida; dos de ellos, llamados Fernando.
Mientras el ultimo apareció algo tarde, el otro fue mi primer y más temprano amor.
Yo tenía 8 años y estaba profundamente enamorada de ese niño de 11; un flacuchento con dientes de conejo, ojos verdes achinados y su pelo liso, color miel, corte príncipe…. 
Yo te quería; cada vez que te vi, te quería.

Las vacaciones tuvieron otro sabor desde que te divisé por primera vez, aquel verano en San Alfonso. Ese primer verano recibí de tu boca mi primer beso… y aun ahora, si me concentro, puedo revivirlo.
Uno o dos veranos más tarde, me darías mi primer beso con lengua; yo no entendía absolutamente nada… es verdad, lo encontré vehemente! 
Cada verano tenía su evolución entre el juego de la botella, pasando por el beso de la monja y los meses del año, hasta llegar al pololeo serio.

Así fue la evolución durante 5 veranos seguidos… hasta que se fue a la Escuela Militar…

Cuando mi príncipe se rapó su cabeza, se convirtió en sapo.
Fue como si su alma lo abandonara, convirtiéndose en un ser algo arrogante, quizás hasta pedante; fue algo muy raro para mí. Aun así, yo pensé en adaptarme (con todo mi linaje Socialista). Pero cuando se fue destinado a Punta Arenas, la distancia disolvió lo nuestro. 
Igual, la semilla ya había sido sembrada, el sabor dejado, la sensación concebida… Con el Amor, no hay vuelta atrás y hubiera bastado con aquél primer verano...

Recordar al niño-hombre que tocó por primera vez mi fibra sensual, me conecta perfecta y alquímicamente con la emoción que sentí cuando experimenté, por primera vez, el enamoramiento instantáneo.
Recordarlo a él es recordarme a mí misma, en ese momento, con esa maravillosa sensación de estar enamorada y ser correspondida; después de la iluminación, es la sensación más adictiva que alguien pueda sentir, sin aditivos externos. Si todo sale bien, el placer está asegurado. 
Los intentos por controlarlo, suelen resultar infructuosos.

Hace poco me volví a conectar con él por FB después de muchos años de no sabernos.
Que puedo decir... me dio nostalgia en una noche de Mango Sour.
Escuché una conversación sobre las profundidades del amor, hasta encontrar al primero; el más puro.

Mi primer beso, aun a los 8 años, fue con un amor sincero, un “me gustas mucho” desde el alma de una niña que aun arrastraba la bolsa del pan.

No sé qué pasaría si nos volviéramos a ver, como él insinuó en su ultimo mensaje… el problema es que, él se lo deja a la vida.
Él dijo: "ojala la vida permita volver a verte y poder fijar mis ojos en los tuyos como la primera vez...".

¿Qué tiene que ver la vida en esto? Quien toma las decisiones en la vida? Who is the Boss??
Le tenía una respuesta a su mensaje, pero no parece buena idea (algunos hombres son demasiado sensibles):
-La vida no debiera interferir en tus planes, a no ser que tú no quieras interferir en los planes de la vida…  
...o no está en tus planes realmente volver a verme, y “poder fijar tus ojos en los míos...” 
Soy incrédula  Feña. Me he convertido en una chica dura, que necesita ver para creer.

Después pensé que tal vez he visto demasiado al Dr House...

La vida es una circunstancia; es combustible para la molécula que nos compone, pero no es la molécula

Pero esencialmente soy amor, inteligencia, conciencia; soy un mar inconmensurable, y la Vida es el espacio-tiempo para expresarme.

Y el Mar se conoce por sus peces...

lunes, 2 de enero de 2012

Un Beso de lo Divino



Tengo mucha información y cierta certeza de quien soy, pero no tengo acceso a “SENTIRLO” con claridad. 
Es pura información mezclada con recuerdos ya insensibles por el paso del tiempo, por lo que el cuestionamiento constante ocupa el lugar de la realidad para satisfacer mi ansia de interpretarlo todo; con esto, adormezco los sentidos y la intuición. Me convierto en un ser casi 100% racional, por un temor horrible a sufrir. Pero existe un punto en el que ya nada me puede dañar y es cuando sé quien soy; quienes somos…

Sin embargo, a veces me pregunto; ¿será acaso un toque de lo divino lo que nos saque del sueño? Así como el beso del príncipe en los cuentos de hadas, ¿necesitamos que un beso de lo divino rompa el hechizo del sueño que hemos creado y despertemos al fin a la realidad?. Pareciera que no podemos hacer nada más que confiar en ello, actuando de acuerdo con ese fin, con esa expectativa. Hay que considerar que los grandes sabios siempre han dicho que debemos vivir sin expectativas, y trato de encontrar escapatoria para esta encrucijada; ¿cómo tener esta expectativa sin que sea una expectativa?… entonces acudo a un simple cambio de conceptos.
Uno puede tener expectativas que pueden además, ser fácilmente frustradas, porque dependen de mí hasta un innegable grado; de mí y de un cierto otro, igual a mí (evolutiva e imperfectamente hablando). Pero cuando uno tiene expectativas con algo que depende de una energía o de un Dios absolutamente inmensurable para nuestro entendimiento, y del que lo desconocemos casi todo (por el solo hecho de desconocernos a nosotros mismos), y así y todo, confiamos en él y tenemos esperanzas con respecto al poder de sus respuestas, podemos decir que  se trata de un acto FE.
Por otro lado, podemos eliminar el termino “expectativa” considerando que para un acto de Fé, no existen las expectativas, ya que lo buscado ya es un hecho (en potencia) que se manifestará en algún momento sin ninguna duda; sólo hay que esperar.
Quiero recordar lo bien que se siente al no haber dualidad interior; sólo una mística certeza.
Es posible recordar? Ir al origen y recordar “QUIEN” soy?