lunes, 2 de enero de 2012

Un Beso de lo Divino



Tengo mucha información y cierta certeza de quien soy, pero no tengo acceso a “SENTIRLO” con claridad. 
Es pura información mezclada con recuerdos ya insensibles por el paso del tiempo, por lo que el cuestionamiento constante ocupa el lugar de la realidad para satisfacer mi ansia de interpretarlo todo; con esto, adormezco los sentidos y la intuición. Me convierto en un ser casi 100% racional, por un temor horrible a sufrir. Pero existe un punto en el que ya nada me puede dañar y es cuando sé quien soy; quienes somos…

Sin embargo, a veces me pregunto; ¿será acaso un toque de lo divino lo que nos saque del sueño? Así como el beso del príncipe en los cuentos de hadas, ¿necesitamos que un beso de lo divino rompa el hechizo del sueño que hemos creado y despertemos al fin a la realidad?. Pareciera que no podemos hacer nada más que confiar en ello, actuando de acuerdo con ese fin, con esa expectativa. Hay que considerar que los grandes sabios siempre han dicho que debemos vivir sin expectativas, y trato de encontrar escapatoria para esta encrucijada; ¿cómo tener esta expectativa sin que sea una expectativa?… entonces acudo a un simple cambio de conceptos.
Uno puede tener expectativas que pueden además, ser fácilmente frustradas, porque dependen de mí hasta un innegable grado; de mí y de un cierto otro, igual a mí (evolutiva e imperfectamente hablando). Pero cuando uno tiene expectativas con algo que depende de una energía o de un Dios absolutamente inmensurable para nuestro entendimiento, y del que lo desconocemos casi todo (por el solo hecho de desconocernos a nosotros mismos), y así y todo, confiamos en él y tenemos esperanzas con respecto al poder de sus respuestas, podemos decir que  se trata de un acto FE.
Por otro lado, podemos eliminar el termino “expectativa” considerando que para un acto de Fé, no existen las expectativas, ya que lo buscado ya es un hecho (en potencia) que se manifestará en algún momento sin ninguna duda; sólo hay que esperar.
Quiero recordar lo bien que se siente al no haber dualidad interior; sólo una mística certeza.
Es posible recordar? Ir al origen y recordar “QUIEN” soy?  

No hay comentarios:

Publicar un comentario