Llamo? Voy? Lo hago?
Cómo decido?!
Se dice que aquello que buscas, te está buscando.
Todas las realidades son posibles. Todos los futuros posibles nos están buscando para ser experimentados.
Insinuándosenos, para atraparnos a penas dejemos la atención en alguno, tienen toda su energía en magnifico impulso hacia nosotros.
Toda potencial realidad nos necesita, porque nosotros le damos vida, y al experimentarse, se realiza.
Somos partículas divinas, poderosas, dadoras de vida, que al no conocernos, hemos perdido la conexión voluntaria con lo que en vedad SOMOS.
Hemos perdido el foco; hemos perdido la conexión interna y con ello, la dirección de nuestro SER. Él se rige en base a un llamado consciente e interno, beneficioso y asertivo, donde no hay pérdida, sino ganancia para todos, siempre.
Cuando lo divino se desconoce a sí mismo, los caminos se toman de forma inconsciente e involuntaria, apuntando por ende, hacia realidades muchas veces indeseables y/o perjudiciales.
Cuando todas las realidades posibles (y todas lo son) nos están llamando para que les demos vida, cualquier espacio que les sedamos, ya sea consciente o inconscientemente, las materializará y las hará reales para cada quien. Por eso es tan importante ser conscientes de lo que en verdad estamos atrayendo; porque ese mito es verdad. No es sólo el hecho de repetir, pedir o forzar. El ingrediente fundamental, el gran hacedor de realidades está en el SENTIR.
Conectamos, por medio del pensamiento, la sensación y la emoción con un potencial futuro dentro de un mar de posibilidades; luego con otro, luego con otro más, luego con un océano de contradicciones, entre lo que se intuye, lo que se siente y lo que se piensa. Contradicciones que nos van enredando en una maraña de eventos que se traducen en un sin fin de “desastres”, hasta que comenzamos a ordenarnos. Ese es un buen momento para comenzar a conocerse. Y la forma más simple, es comenzar a SENTIRSE.
Cuando por fin comprendemos que somos El Mago, La Hacedora de Milagros, dirigimos la “Voluntad” hacia donde queremos llevar la vida y comenzamos a conseguir respuestas.
Y como si fuera una barita mágica, nuestra energía dirigida se encuentra con lo que “me está buscando”; tanto nos llama la experiencia a nosotros, como nosotros a ella. La realidad vivida siempre estará respondiendo a un llamado interno. Si éste se mantiene regido por la inconsciencia, será una seguidilla de errores; si es consciente, será una seguidilla de aciertos, aun en las que, aparentemente, son fallas. Las sincronicidades guiarán el camino.
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